Para dormir mejor en invierno, necesitas un colchón con buen aislamiento térmico, ropa de cama adecuada (fibras naturales o térmicas), evitar el exceso de calefacción, y crear una rutina de sueño que favorezca el descanso profundo sin pasar frío.
Cuando bajan las temperaturas, muchos clientes nos preguntan en Camapolis cómo adaptar su descanso al frío. Y no es para menos: el sueño en invierno cambia, y si no adaptamos nuestro entorno de descanso, puede afectar tanto a la calidad como a la duración del sueño.
En esta guía completa, te explicamos cómo conseguir un descanso cálido, reparador y saludable durante los meses más fríos, sin caer en errores comunes como abrigarse en exceso o usar colchones poco transpirables.
¿Por qué cuesta dormir bien en invierno?
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La temperatura corporal baja por la noche, y si el entorno está demasiado frío, el cuerpo debe gastar más energía para mantenerse caliente.
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El uso excesivo de calefacción o mantas sintéticas puede provocar sudoración, cambios de temperatura y despertares nocturnos.
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La falta de luz natural también afecta los ritmos circadianos, reduciendo la producción de melatonina en algunas personas.
Por eso, la clave está en encontrar el equilibrio térmico adecuado en tu cama.
El colchón ideal para el invierno: ¿cómo debe ser?
En invierno, buscamos colchones que conserven el calor corporal sin provocar sobrecalentamiento. Estas son las características clave:
✅ 1. Buena adaptabilidad (viscoelástica)
Los colchones con capa viscoelástica ofrecen mayor sensación de envolvimiento y aislamiento térmico. Retienen el calor corporal sin agobiar.
✅ 2. Transpirabilidad equilibrada
Aunque haga frío, la ventilación sigue siendo clave. Colchones con tejidos 3D, grafeno o espuma con poro abierto permiten evitar la acumulación de humedad.
✅ 3. Materiales híbridos o de soporte firme
Un núcleo firme con capas de confort evita el hundimiento y permite mantener la postura corporal incluso con ropa de cama más pesada.
En Camapolis recomendamos colchones viscoelásticos con núcleo HR o híbridos con muelles ensacados + visco como los más equilibrados para el invierno.
Ropa de cama para dormir mejor en invierno
La ropa de cama influye tanto como el colchón. Algunos consejos:
✔️ Sábanas térmicas o de algodón de franela
Retienen el calor, pero permiten transpirar.
✔️ Nórdicos de fibras naturales o plumón
Aíslan sin peso excesivo y regulan mejor la temperatura que los sintéticos.
✔️ Protector de colchón acolchado
Aporta una capa extra de confort y protección contra el frío.
❌ Evita mantas de poliéster gruesas o dobles colchas: generan calor excesivo, dificultan los movimientos y afectan la calidad del sueño.
¿Y la calefacción? Cuidados y límites
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Mantén el dormitorio entre 18 y 20 °C. Más calor puede alterar el sueño profundo.
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Apaga la calefacción durante la noche o usa temporizadores.
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Si usas saco eléctrico o manta térmica, evita dejarlos encendidos toda la noche.
Otros trucos para mejorar el descanso invernal
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Ducha caliente antes de acostarte para elevar la temperatura corporal.
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Evita cenas pesadas: dificultan el sueño y generan calor interno.
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Aprovecha la luz natural por las mañanas para regular el reloj biológico.
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Ventila el dormitorio diariamente, incluso en invierno. El aire fresco mejora la oxigenación nocturna.
Preguntas frecuentes sobre dormir en invierno
¿Cuál es la mejor temperatura del dormitorio para dormir?
Entre 18 y 20 °C. Temperaturas más altas afectan la calidad del sueño y pueden generar sudoración.
¿Los colchones viscoelásticos son recomendables para el invierno?
Sí. Ofrecen adaptabilidad y ayudan a conservar el calor corporal. Son ideales si buscas una sensación cálida al acostarte.
¿Dormir con muchas mantas mejora el descanso?
No necesariamente. El exceso de peso o calor puede dificultar el movimiento y alterar las fases del sueño profundo.
