1 – El espacio disponible.
Aunque se quiera un sofá muy grande en ocasiones no es posible por la medida o la forma de la habitación. Es importante medir con exactitud antes de elegir un modelo. Sino cabe habrá que buscar una nueva ubicación, ten en cuenta que también tienes que calcular el espacio para pasar.
Percepción en tienda: las tiendas o naves donde exponen los sofás suelen ser amplias y con techo altos y la percepción del tamaño del sofá puede ser distinta a la que tengas cuando lo pongas en el salón o en la habitación de tu domicilio.
2 – Cantidad de personas de la vivienda.
Si no cabéis, quizás debas quitar la mesa auxiliar o la de centro para poner un sofá más grande o añadir un puff o un relax como asiento adicional. Si sigue sin caber, hay que plantearse que replantear la distribución de los muebles de tu salón para hacerlo crecer. Para familias numerosas lo mejor son los que tienen forma en L o los rinconeros.
3 – La decoración de la habitación.
Si tu salón es clásico, opta por un modelo de líneas redondeadas, con respaldos altos y reposabrazos amplios. Si tienes un salón de estilo moderno, busca un sofá de líneas rectas de diseño italiano y respaldos bajos. Fíjate en los detalles como un remate de tachuelas o un acabado en capitoné. Le dan personalidad al sofá y nunca fallan.
4 – Elegir el color y estampado adecuado.
los sofás neutros (blanca, beige o gris) sintonizan mejor con cualquier decoración y hay menos probabilidad de cansarte de ellos.Si se opta por un estampado, lo mejor es que sea discreto por el mismo motivo que el anterior punto, evitar cansarte de ellos con el tiempo.
5 – El armazón del que está hecho.
Comprueba que el armazón sea fuerte y resistentes los más recomendados en este sentido son los de acero y los de madera maciza.
6 – Presupuesto con el que cuentas.
Depende de la marca, el diseñador y de la calidad del mismo así es posible que uno de alta calidad sea más caro, pero también va a durar más años. Es una buena inversión a la que seguramente vamos a dar mucho uso .
7 – Que uso le vas a dar.
¿Eres joven y quieres un diseño actual que no sea muy grande y que se puede hacer cama para cuándo se quede un amigo a dormir? ¿Tienes niños y prefieres que sea más grande y sobre todo con tejidos oscuros para evitar percances? ¿Prefieres la comodidad por encima de todo y lo que mas valoras es que tenga masaje y asientos reclinables para poder leer o ver la TV cómodamente?
8 – Material de relleno.
Todos los sofás suelen estar rellenos de espuma pero no todas las densidades de las espumas son iguales, para ser resistente deben ser de alta densidad, sino corremos el riesgo de que se deformen al poco tiempo. Es normal que las espumas al estar formadas por poro abierto, se abran y los asientos con el tiempo, se vuelvan algo más blandos.
Otra opción de relleno es la espuma viscoelástica, de extraordinario confort pero también de precio más elevado
9 – Tapicería.
Elige tejidos transpirables, que no hagan peeling con el roce y que sean fáciles de limpiar, hay muchas opciones de telas que permiten su limpieza con un trapo húmedo y que repelen la suciedad.
10 – Pruébalo.
Es importante probar los sofás en la tienda para ver si resultan ergonómicos y cómodos. Prueba que el sofá se acomode perfectamente a tu cuerpo y que las lumbares queden recogidas, la cabeza también tiene que tener un buen respaldo donde apoye y al sentarte apoyado en el respaldo debe permitir dejar los pies en el suelo. Tómate tu tiempo, recuéstate en el hasta que tengas clara tu decisión.
11 – Prestaciones.
Es importante saber si en la tienda llevan e instalan el sofá nuevo, si ofrecen facilidades de pago como financiación a plazos y si retiran nuestro antiguo sofá.